viernes, 4 de mayo de 2012

Día 14. 2ª parte: Mejor pero ...

Camino del veterinario, Cris se ha hecho caca en el transportín. He tenido que parar el coche y limpiarlo porque el olor no era muy agradable que digamos y además no parecía buena idea que llegase todo manchado a la consulta. Una vez allí, en la sala de espera, he conocido a una pareja peculiar, una gatita de tres colores y a su dueño, que la llamaba “reina mora” a la par que esta se tumbaba sobre su nuca, todo un espectáculo. Por lo visto, la gatita tenía algo en una pata que le provocaba dolor y no la dejaba andar bien, espero que no sea nada y se mejore pronto por ella y por el dueño, bastante preocupado, por cierto. Bueno, hoy tampoco ha habido suerte, el cirujano quiere que, antes de operar para cerrar la herida, la mandíbula haya vuelto a su lugar y la infección haya desaparecido por completo. Me ha preguntado por las curas y después de contarle como lo estoy haciendo (siguiendo al pie de la letra sus indicaciones, claro) me ha dicho que como siga así le voy a quitar el trabajo (no, si al final, después de ésta y de las anteriores con Azul y Verde, termino de enfermero gatuno). Me ha dicho que siga 5 días más con los antibióticos y el colirio, que siga dándole la alimentación supernutritiva y que vuelva pasados unos 10 días ¡¡ostras!! Decepción total. He de confesar que en ese momento me he preguntado cómo me he podido meter en este lío, pero bueno, teníais que haber visto a Cris el día que lo encontré, no se merecía que lo dejara allí tirado.

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